
¿Vale la pena inflar las llantas con nitrógeno en lugar de aire? Conozca sus diferencias, beneficios y cuándo conviene esta opción.
En talleres y gasolineras es cada vez más común ver la opción de inflado con nitrógeno. Pero, ¿realmente vale la pena? Aquí le explicamos qué es, cómo se diferencia del aire y cuándo conviene usarlo.
¿Cuál es la diferencia entre inflar con aire y con nitrógeno?
El aire que normalmente usamos está compuesto por 78% nitrógeno, 21% oxígeno y una pequeña proporción de humedad. El nitrógeno utilizado para inflado es puro y seco, lo cual reduce la variación de presión debido a los cambios de temperatura y minimiza la oxidación de los componentes metálicos de la llanta y el rin.
Ventajas del nitrógeno:
✔️ Menor pérdida de presión con el tiempo.
✔️ Menor riesgo de oxidación interna.
✔️ Mejora la estabilidad en condiciones extremas.
✔️ Ideal para flotas comerciales, maquinaria agrícola o vehículos que circulan en zonas con altas temperaturas.
¿Y el aire comprimido es malo?
No. Para uso cotidiano en ciudad o recorridos cortos, el aire funciona perfectamente. Lo importante es mantener la presión adecuada y revisarla con frecuencia, sin importar el tipo de gas que utilice.
¿Vale la pena cambiar?
Si usted busca mayor durabilidad, menor mantenimiento o utiliza su vehículo en condiciones exigentes, el nitrógeno puede ser una buena inversión. No es obligatorio, pero sí recomendable.
Acérquese a Llantas del Pacífico y le explicamos cuál es la mejor opción para su vehículo, según su uso y necesidades. Estamos para asesorarle con confianza y experiencia.